Hola mi nombre es Griselda, y acabo de regresar de la Amazonía, con el proyecto de preservación cultural que ofrece la Fundación Ecuador Volunteer. Os quiero contar un poco cual ha sido mi experiencia empezando por la fundación que desde el primer momento me aconsejaron, me enseñaron y me explicaron detalladamente cada uno de los proyectos para que yo pueda escoger el que mejor se adaptase a mis necesidades. Una vez que me fui al proyecto, sin duda lo que más me gustó desde el minuto uno fue le sentirme parte de la comunidad indígena y vivir como ellos viven, compartir como trabajan, como se divierten, como cocinan, como charlan, en definitiva cualquier aspecto de su vida porque formas parte de ella. ¿Qué es lo que he aprendido de esta experiencia? Creo que lo que debo aquí señalar es una cura de humildad por que aprendes a vivir de una manera completamente diferente de lo que es tu día a día, entonces te abstraes por completo de lo que es tu vida normal para ir a otra realidad que es muy diferente pero ellos saben sacar lo mejor de sí mismos para compartirlo todo con el voluntario y dar lo mejor. Y sólo por esto que es de manera muy de resumida lo que puedo contarles, invito a todos a que probéis, a que vengáis a Ecuador, a que probéis las experiencias de voluntariado, la de preservación cultural como la mía o cualquier otra, y que luego hagáis un testimonial como este para que puedas compartirlo con otros voluntarios.

Mi voluntariado con Ecuador Volunteer ha sido, por el momento, la mejor experiencia de mi vida. Carolina y Francisco fueron los encargados de organizarlo todo a la perfección. Cuando llegué al proyecto en la Amazonía no me lo podía creer, el sitio era increíble. En medio de la selva amazónica, la familia que me acogió vive en casas de madera preciosas y la flora y la fauna que te rodean te dejan sin aliento. Además, la familia me acogió como si fuera una hija más. Me enseñaron sus tradiciones, me enseñaron a entender a las plantas, a los animales, sus leyendas…Todos los hijos tenían ganas de estar conmigo y yo aprendí muchísimo con ellos. La experiencia en Santa Ana me ha supuesto un cambio muy importante en vida. Entendí que las personas que vivimos en grandes urbes somos muy ignorantes en muchos aspectos y debemos ser conscientes de ello para así respetar más las diferentes tradiciones y costumbres. No paro de pensar en el momento de volver. ¡Se lo recomiendo a todo el mundo!